Después de esperar por 4 años, el mundo está preparado para vivir una nueva fiesta, esa fiesta que paraliza al mundo completo esperando ver los mejores encuentros de fútbol de la historia.
El día de hoy, cuando comience la ceremonia inaugural, los corazones de todos los aficionados empezarán a latir al ritmo de la samba, cuando una de las 32 selecciones presentes levante el trofeo más preciado del planeta.
Brasil, local y máximo favorito, será el encargado de romper el calor, no sólo futbolístico, sino también social para hacer olvidar a una nación entera todas las manifestaciones que actualmente afectan al país.
En todo este contexto, las protestas no han quedado de lado en los últimos días, con el significativo paro del Metro en San Pablo, que hizo colapsar el tránsito y sembró dudas sobre si estarán capacitadas las ciudades para albergar a la masa que mueve un Mundial de fútbol.
La fiesta de apertura durará unos 25 minutos, según publicó la página oficial de la FIFA.
Más de 600 bailarines, capoeiristas y otros artistas mostrarán la diversidad cultural brasileña en una ceremonia donde se rendirá un tributo a tres tesoros de Brasil: la naturaleza, las personas y el fútbol.
Cada uno de esos elementos será representado por personajes y disfraces hechos por 15 modistas y más de 120 mil metros de tela.
De acuerdo a los organizadores, cada minuto del show necesitó 20 horas de preparación artística.